miércoles, octubre 14, 2009

Derrota el neoliberalismo















"Al igual que el papel moneda permitió construir sobre él la creación del dinero bancario, ambos sirvieron de base a los nuevos procesos de creación de lo que acostumbro a denominar dinero financiero. Pues junto a la cadena de créditos y depósitos que originaba la creación de dinero bancario se desplegaron otras cadenas más amplias de activos y pasivos financieros que se respaldan a sí mismos en los balances de las empresas y son fuente de una nueva creación monetaria globalizada amparada en la confianza de los ahorradores. . Así como la creación de dinero bancario reforzó el poder y el riesgo de las entidades empresariales que son capaces de llevarla a cabo. Pues la emisión de títulos no sólo permite captar dinero a las entidades que los emiten, sino que las acciones mismas se han transmutado en moneda no ya como depósito de valor, sino como medio de pago en las billonarias compras y absorciones de empresas y en la remuneración a directivos y accionistas. (...) Nunca el capitalismo transnacional había conseguido manejar tanto dinero ajeno para negocios propios."

J. M. Naredo, "Raíces económicas del deterioro ecológico y social. Más allá de los dogmas" p. 76-77


"La situación es la siguiente. Estamos ante un mayor riesgo de colapso debido a una crisis deflacionaria de lo que lo estábamos en 2007. Después de ver el mayor esquema de Ponzi de la historia de los mercados de capital, hemos visto la mayor expansión monetaria y fiscal de la historia, pero ésta no ha funcionado. Los niveles de deuda de empresas y consumidores exceden la capacidad de pago total del sistema”.

Janet Tavakoli “On The Edge With Max Keiser”.


(...) El sistema colapsó porqué estaba construido sobre la falsa premisa de que un sistema bancario opaco y desregulado podía generar una cantidad infinita de crédito sin la suficiente base de capital. Esto se ha constatado que es falso. El capitalismo requiere capital. Los billones de dólares en préstamos, complejos instrumentos de deuda, operaciones fuera de balance y contratos de derivados estaban todos apilados encima de un pírrico montón de capital, el cual, finalmente, colapsó bajo la presión de la deuda. Este sistema (basado en la conversión de hipotecas en títulos, o “titulación”), que fue el que armó el follón, no puede restaurarse. Precisaba de una divisa fuerte, de tipos de interés artificialmente bajos y de crédulos inversores que no fueran conscientes de los riesgos inherentes a los activos no líquidos. Esas condiciones ya no se dan, y lo cierto es que no se dieron más que durante un par de años. Y aun así, la FED sigue insuflando sangre en un cadáver con la esperanza de ver algún signo de vida. No es, pues, imposible que una crisis de proporciones todavía mayores esté en ciernes.

Mike Whitney, "Bienvenidos a la economía de EEUU, ese muerto viviente", Sinpermiso.org


(...) La prosperidad alemana se ha basado en el valor agregado de sus exportaciones. El colapso del crédito en los países consumidores –comenzando por los Estados Unidos- comporta un duro golpe para la industria alemana. El gobierno decidió apuntalar temporalmente el consumo local de automóviles. Lo suficiente como para pasar las elecciones. Pero esta situación no puede durar mucho, y es probable que en los próximos meses tengan lugar despidos masivos. Cuando esto ocurra, Alemania deberá afrontar, al mismo tiempo, un cuadro de exportaciones decrecientes y de un mercado interno también menguante. Las políticas de "reducción de costes" impulsada por el Partido Liberal sólo podría empeorar las cosas para la mayoría de la población.

Diana Johnstone, "¿De verdad ha muerto el socialismo en Europa? A propósito de las elecciones alemanas" sinpermiso.org

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