lunes, octubre 29, 2012

Responsabilidad política ante el desastre del Prestige

Ciberacción de Ecologistas en Acción para acusar a las personas responsables de la catástrofe del Prestige:

(...)
El Prestige se hundió frente a la costa gallega en noviembre de 2002. El naufragio de este petrolero, cargado con 77.000 toneladas de fuelóleo, se produjo tras un cúmulo de errores políticos y de gestión que impidieron al buque refugiarse en algún abrigo, lo que habría reducido drásticamente el vertido, que se produjo tras el hundimiento contaminando las costas de Galicia, Asturias, Cantabria, Euskadi y varias regiones francesas.

Continúa
La decisión de alejar de la costa al petrolero accidentado se tomó en contra de profesionales y científicos, que de forma clara apostaban por llevar el barco a un lugar abrigado. Pero ningún responsable político de la gestión de esta tragedia ha pagado por sus tremendos errores. Tampoco han pedido perdón. Ni tan siquiera se creó una comisión parlamentaria para investigar la gestión de la catástrofe.

El 16 de octubre de 2012 se inicia el juicio del Prestige y la acusación penal se dirige contra el capitán del barco, el jefe de máquinas, el primer oficial y José Luis López Sors, ex director general de la Marina Mercante, chivo expiatorio y único miembro del Gobierno que se sienta en el banquillo de los acusados. Serán juzgados por delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente entre otros cargos. Pero ni armadores, ni responsables de la carga, ni políticos que tomaron las nefastas decisiones han pagado ni van a pagar por ello, puesto que ni siquiera están imputados.

(...)
Yo Acuso al expresidente de Gobierno José María Aznar como máximo responsable político en aquel momento.

Yo Acuso al exvicepresidente del Gobierno Mariano Rajoy, portavoz de una información infame y corresponsable de las decisiones políticas que abocaron a una de las mayores catástrofes ambientales del siglo.

Yo Acuso al exministro de Agricultura y Pesca Miguel Arias Cañete de haber tenido en sus manos la posibilidad de defender al sector que administraba y que abandonó a su suerte.

Yo Acuso al exministro de Medio Ambiente Jaume Matas por mantener la misma inactividad en la defensa del medio ambiente.

Yo Acuso al exministro de Fomento Francisco Álvarez-Cascos por permitir el alejamiento del Prestige y no asumir la responsabilidad.

5 comentarios:

José María Arroyo Bermúdez dijo...

Probablemente se cometieron muchos errores, pero yo dejo caer la siguiente pregunta ¿En que puerto de abrigo? ¿Que localidad estaría dispuesta a sacrificarse por las demás? El problema es que en España no hay una autoridad definida que asuma las decisiones de facto. Cuando quieran llegar a un acuerdo siempre será tarde. Y lo que es peor, no hay procedimientos de emergencia definidos para actuar con presteza, y eso es una responsabilidad de todos los gobiernos que han pasado. El día que se produzca un accidente de un gasero en la Ría de Huelva, nos vamos a enterar.

Cris Pérez-Vàzquez dijo...

JM,

Tienes razón somos una banda de NIMBYS (Not in my back yard)o de SPANs (sí, pero aquí no). Es decir, que se lo empaqueten a quien quieran, menos a mí.

José María Arroyo Bermúdez dijo...

Fíjate cómo son las cosas en este país. Yo viví 10 años en Chipiona, y allí había un grupo ecologísta que siempre estaba dando la brasa para que se implantaran las energías alternativas. Pues bien, se decidió montar un parque eólico marino frente a la costa de Chipiona, pero a unos dos km mar adentro, es decir, que apenas se iban a ver los aerogeneradores. Pues bien, tendrías que ver la que liaron en contra del proyecto porque no lo querían frente a su playa... en qué quedamos. En algún lugar se tendrán que colocar las cosas ¿no?

Cris Pérez dijo...

Es la hipocresía que nos acompaña. Queremos todas las comodidades y beneficios, pero no queremos ninguna obligación ni responsabilidad.

Queremos calor y luz en nuestros hogares, queremos cargar todos nuestros dispositivos electrónicos, pero no queremos centrales nucleares ni presas ni parques eólicos ni huertas solares. No cerca de nuestras casas.

En el momento que seamos conscientes de que todas nuestras comodidades tienen un coste y valoremos de forma responsable lo que queremos con los costes asociados, podremos hablar de sostenibilidad sin llenarnos la boca de palabras bonitas de las que desconocemos las implicaciones. Somos así de hipócritas e inmadurxs...

Cris Pérez dijo...

He usado la palabra hipocresía y no sé si lo más acertado es hablar de cinismo...