miércoles, julio 15, 2009

Socialismos declinantes

Por Manuel Molares. En España no hemos analizado atentamente el resultado de las elecciones europeas, que, junto con el fracaso socialista, permitieron la eclosión de movimientos neorrománticos que se nutren de izquierdistas como cuando nacieron los fascismos. En la Europa comunitaria acaba de ganar esa derecha que, según Rodríguez Zapatero, provocó la actual crisis económica, algo que los europeos no creyeron al derrotar a la izquierda clásica con notable contundencia.

El hundimiento laborista en el Reino Unido fue paralelo al éxito ultraderechista del BNP, lo que señala que buena parte del electorado socialista se pasó a este partido que cultiva el romanticismo nacionalista y neofascista. En Francia, el votante socialista se pasó a otro romanticismo, el ecologismo radical que tarde o temprano conduce al fascismo al imponer obligatoriamente su antimodernidad y nihilismo buenista.

Donde los partidos socialistas perdieron menos, como en España y Alemania, todavía no se detecta la eclosión ultra de ambos extremos. Pero en países con antiguas izquierdass poderosas, como Italia, Austria, Bulgaria, Hungría y Rumanía, crec especialmente la ultraderecha, pero también la ultraizquierda, a costa dee los socialdemócratas. Además aparecen quienes, sin ser ultras de izquierda o derecha, presentan programas novedosos, como el Partido de la Libertad holandés, que superó a los aún cogobernantes socialistas. Su exigencia fundamental es que se persigan las tradiciones islamistas que crean aquí guetos machistas, imitadores de Irán o Arabia Saudita, y que, en nombre del multiculturalismo, pretenden incluso que se acepte el burka como forma cultural alternativa. Después del muro de Berlín, el socialismo histórico parece desvanecerse lentamente.

Editorial Diario de Pontevedra, 22/06/09

1 comentario:

Cris Pérez-Vàzquez dijo...

Sr. Molares,

Discrepo en algunas de sus afirmaciones. Aunque desconozco en profundidad la realidad de los resultados de las elecciones europeas, creo que hay algunos conceptos algo confusos que me gustaría puntualizar:

No sé qué concepto tiene cuando habla de ecologismo radical. Si se refiere a ecofascismo, efectivamente estamos hablando de controlar la población, el consumo y demás problemas socioeconómicos por un equipo de tecnócratas con conocimientos parciales en sus areas de estudio (economistas, agentes de la salud, ambientólog@s, etc.) que se encargarán de aportar la solución "científica" a nuestros problemas. Ese modelo que usted tanto critica no se aleja tanto de nuestra supuesta democracia gobernada por las corporaciones, vivimos en una corporatocracia, en este enlace encontrará información ampliada respecto a este tema.

Cuando habla de ecologismo radical que obligatoriamente conlleva a la antimodernidad y al nihilismo buenista, le replico con las frases utilizadas por John Seymour en La Vida en el campo: "Autosuficiencia es el progreso hacia una nueva calidad de vida, hacia una vida más grata que el ciclo superespecializado de la oficina o de la fábrica, hacia una vida que devuelve al trabajo el aliciente y la iniciativa diaria, que trae consigo variedad, grandes éxitos en unas ocasiones y enormes fracasos en otras. (...) Autoabastecimiento no significa "retroceder" a un nivel de vida más bajo. Al contrario, es la pugna por conseguir un nivel de vida más alto, alimentos frescos, buenos, y orgánicamente elaborados, una vida grata en un ambiente agradable, la salud corporal y la paz mental que nacen de un trabajo duro y variado al aire libre, y la satisfacción que proviene de la realización correcta y eficiente de tareas difíciles y complicadas." En el prólogo de este libro puede ampliar la información.

En cuanto a su afirmación sobre la multiculturalidad, debe saber que esa misma palabra denota la exclusión que usted manifiesta rechazando la opción de utilizar el burka o respetar la pluralidad. Interculturalidad es más acertado para la situación glocal de nuestras sociedades donde las culturas se funden y se mezclan rechazando un melting pot como el que fracasa en USA.

Respecto a los paralelismos del surgimiento de movimientos fascistas, me encantaría poder profundizar más sobre el tema. De hecho, realicé un estudio comparativo que me gustaría compartir y debatir con usted.

Un cordial saludo,


Cris