Cada vez existen más estudios científicos que demuestran que los recortes en Salud, Educación y en las areas de Bienestar Público tienen efectos adversos en la salud de las poblaciones. Pero como lo único que parecen entender las cúpulas de poder son cifras económicas, el estudio de Reeves publicado 'Globalization and Health' (2013 9,43) puede que les ayude a entender que los recortes en los presupuestos públicos no sólo condenan la salud y el bienestar de sus poblaciones, sino que también daña a la economía.
En su estudio compara los presupuestos de 25 países europeos desde 1995 hasta 2010 y analiza como se comportan las economías respecto al gasto público. Concluye que el gasto público actúa como multiplicador de la fiscalidad, pero que existe una marcada heterogeneidad en función del departamento donde se realiza el gasto. Un dólar invertido en defensa significó en este periodo una pérdida en la fiscalidad de -9,8; un dólar invertido en salud multiplica un 4,3.