jueves, junio 07, 2012

¿Para salir de la crisis es imperante, e inevitable, recortar todo gasto público?

De Dani Gómez-Olivé i Casas "¿Quién controla el agujero de la deuda privada española?" en Revista Economía Crítica

(...) Según se afirma en los centros de poder europeos (BCE, CE) la crisis se debe al hecho que las administraciones públicas han gastado por encima de lo imaginable. Por tanto, para salir de la crisis es imperante, e inevitable, atajar el déficit recortando con todo gasto público. ¿Qué hay de cierto en tales afirmaciones? ¿Realmente el problema proviene de un mal manejo de la gestión pública? ¿La solución pasa, pues, irremediablemente, por ajustar el sector público?

Si observamos la evolución del déficit público español (gráfico 1 p. 98) vemos como éste se ha desbocado en los últimos tiempos por encima de la ratio del 3% en relación al PIB, exigida por la UE y comprometida, a su vez, reiteradamente por los distintos gobiernos españoles. No obstante, un análisis más sosegado nos muestra cómo en realidad el desajuste empieza con la crisis financiera internacional que se da en el 2007, una vez explota la burbuja financiera mundial (en su versión inmobiliaria) que empieza, primero en los EEUU y rebota, más tarde, en Europa. (...) Tal y como se ve claramente en el gráfico, antes de la crisis el conjunto de administraciones públicas españolas tenían superávit fiscal; es decir, que se obtenían más ingresos que gastos.
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(...) En tan sólo dos años, el Estado español pasara de tener un superávit del 1,9% en el 2007 (+20.255 millones de €) a un déficit del 11,2% en el 2009 (-117.143 M€). Trece puntos de desajuste provocados por una crisis económica que tiene su origen en el descontrol financiero y también por la manera cómo se recaudan los impuestos en el Estado español, que es altamente regresiva. En efecto, el sistema fiscal español depende fundamentalmente de las rentas de trabajo de las clases asalariadas y no de la tributación sobre el capital de las clases altas y rentistas. Dicho de otro modo, el déficit español no lo ha creado el exceso de gasto público, sino la falta de ingresos.

(...) Dado que nuestros gobiernos no están por la labor de legislar para asimilarnos a un sistema fiscal europeo que permita obtener mayores ingresos, de manera más justa y progresiva, pretenden disminuir el déficit principalmente por la vía del gasto. (...) No obstante, a pesar de todos los ajustes que se han hecho en los dos últimos ejercicios en el sector público recortando prestaciones sociales, congelando pensiones y salarios públicos tan sólo se ha conseguido recortar 2,7 puntos del déficit. Ahora, cuando estamos en plena recesión, se pretende recortar más del doble, 5,5 puntos del déficit en un mismo período de 2 años. (...) Existe una alternativa para ajustar el déficit público: reformar el actual sistema fiscal, que es regresivo y que avala el fraude y la economía sumergida. En efecto, se estima que fraude fiscal que impera en el país, se sitúa entorno a los 80.000 M€, cifra que supone casi 3 veces los recortes sociales previstos en los Presupuestos Generales del actual Gobierno del Partido Popular para el 2012, que se valoran en 27.300 M€ u 8 veces el recorte de 10.000M€ que se pretende llevar a cabe en educación y sanidad en el 2012.

(...) Una profunda reforma fiscal progresiva permitiría recaudar el capital necesario para que el Estado pudiera acometer su función social de redistribuidor de la riqueza entre su población. De esta manera, se prima dos veces a las clases capitalistas: una, por no gravar suficientemente sus rentas; y dos, porque al emitir deuda pública, el Estado tiene que devolver esta deuda a sus acreedores (que normalmente son esas mismas clases rentistas), con sus debidos intereses.

Por otro lado, el aumento de la deuda pública también se explica (aunque no se sabe exactamente en qué proporción) por las constantes y repetidas ayudas que los dos últimos gobiernos han hecho a las entidades financieras españolas y a sus ejecutivos para evitar la quiebra del sistema financiero. (...) Los últimos gobiernos españoles muestran su poca sensibilidad social, ya que dado que no van a reformar el sistema fiscal, priorizan endeudarse para salvar a la banca antes que endeudarse para salvar un sistema público que pueda garantizar los derechos sociales más fundamentales, como son la educación, salud, pensiones y otras prestaciones sociales de primer orden.

(...) ¿Por qué se dice que el problema se encuentra en la deuda pública española si ésta es de las más bajas de la UE? ¿Por qué los mercados no acosan de igual manera a otras economías europeas, como la francesa o la alemana, que tienen una deuda pública mucho mayor que la española? ¿Dónde reside el problema si no es en la deuda pública?

Parece claro que el problema recae en la deuda privada, sobretodo en aquélla que fue adquirida por el sistema financiero español durante la formación de la burbuja inmobiliaria con capital extranjero. En efecto, el nerviosismo de los mercados internacionales (léase acreedores de la deuda privada española) se debe al hecho que los bancos españoles están prácticamente en quiebra y temen no poder recobrar el dinero que les prestaron para financiar la burbuja inmobiliaria.

(...) La preocupación y presión internacional va en aumento, al entender que el negocio español les puede suponer pérdidas millonarias, cuando ven que la economía española vuelve a entrar en recesión, con casi 6 millones de parados. Pero ello todavía no explica por qué la presión se da sobre el Gobierno y su gestión y no sobre el sector privado. La principal razón que la presión de los mercados se derive sobre el sector público se debe al hecho de que los últimos gobiernos españoles (...) han mostrado constantemente su disposición a ayudar a la banca comprometiendo cuanto dinero público sea necesario para el ‘salvataje’ bancario, a fin que ésta pueda honrar sus deudas con el extranjero. (...) A su vez, unos (los acreedores) y otros (los gobernantes) aprovechan la crisis para aplicar su programa neoliberal hasta el extremo, que supone dejar al Estado social en los huesos, ofreciendo nuevas oportunidades de mercado al sector privado en sectores clave para el bienestar de la población (pensiones, prestaciones sociales, sanidad, educación…)

(...) A finales del 2009 el importe total de la deuda de la economía española se situó entorno al 400% del PIB, lo que significa 4 veces el valor total de los bienes y servicios generados durante un año. Dicho de otra manera, si se tuviera que devolver todo la deuda de golpe necesitaríamos ¡cuatro años enteros para ello!

ANTE TODO ELLO, ¿QUÉ HACER?

(...) Ante un poder financiero que aprovecha la coyuntura de desconcierto que él mismo ha creado para aplicar su programa ideológico de recorte y privatización del sector público, para así aumentar sus márgenes de beneficios; la única respuesta posible pasa por la recuperación de la política por parte de la sociedad. (...) Cambiar el modelo fiscal para que éste sea mucho más progresivo y justo, o para poder auditar la deuda, aunque hoy en día sea anticonstitucional. (...) Se hace necesaria una auditoría que explique cómo y por qué la deuda pública está aumentando de manera tan vertiginosa. Una auditoría que pueda decidir soberanamente qué es legítimo pagar y qué no. Es necesario acometer una auditoría ciudadana para conocer cuánto del aumento de la deuda pública ha servido para salvar al sistema financiero español y ayudar a sus ejecutivos a evadir sus responsabilidades. (...) Una auditoría de la deuda que nos permita exigir responsabilidades políticas y judiciales a aquellos que se han enriquecido ilegalmente con dinero público. Una auditoría ciudadana como medida de presión y de contención para evitar que el Gobierno transfiera toda la deuda privada bancaria a deuda pública.

(...) ¡sí se puede hacer de otra manera!, un sí que alberga una esperanza en un cambio que ya se está gestando desde abajo.

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