lunes, julio 21, 2014

Los recortes no solo dañan la salud y el bienestar de las poblaciones, sino también perjudican la economía

Cada vez existen más estudios científicos que demuestran que los recortes en Salud, Educación y en las areas de Bienestar Público tienen efectos adversos en la salud de las poblaciones. Pero como lo único que parecen entender las cúpulas de poder son cifras económicas, el estudio de Reeves publicado 'Globalization and Health' (2013 9,43) puede que les ayude a entender que los recortes en los presupuestos públicos no sólo condenan la salud y el bienestar de sus poblaciones, sino que también daña a la economía.

En su estudio compara los presupuestos de 25 países europeos desde 1995 hasta 2010 y analiza como se comportan las economías respecto al gasto público. Concluye que el gasto público actúa como multiplicador de la fiscalidad, pero que existe una marcada heterogeneidad en función del departamento donde se realiza el gasto. Un dólar invertido en defensa significó en este periodo una pérdida en la fiscalidad de -9,8; un dólar invertido en salud multiplica un 4,3.
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En la siguiente tabla extraída del artículo, compara el gasto público por partidas presupuestarias y cómo actuaron como multiplicadores de la fiscalidad: 

Podéis ampliar la información, el método utilizado y ver las limitaciones que presenta el estudio en este enlace.

2 comentarios:

José María Arroyo Bermúdez dijo...

¿Solo los recortes? ¿Y la mala gestión? Ahora soy protagonista de un ejemplo de mala gestión, relacionado con mi puta piedra, ya sabes. Resulta que da la cara una piedra que está ubicada en un lugar que supone un riesgo, pero que es fácil de erradicar, con una sesión de litotricia que no pasa de los 20 minutos. Lejos de proceder de un modo eficaz, y puesto que hay lista de espera (sin matizar si está sujeta a algún tipo de prioridad) procedieron del siguiente modo:
Para que el caso deje de ser de "urgencia" me someten a una intervención quirúrgica para la introducción de un catéter doble J (operación financiada por la SS) para que pueda aguardar mi turno en la lista de espera. Entre tanto, debo tomar antibióticos (medicamentos financiados por la SS) Mi estado de salud, bueno en general salvo por la presencia de la piedra, empieza a deteriorarse en otros aspectos debido a la ingesta de antibióticos y ante la imposibilidad de poder hacer deporte. Además me condiciona para trabajar. Cuando me toque, me someterán a la litotricia (pagada por la SS) y posteriormente, cuando me toque, volverán a meterme en quirófano para retirarme e catéter de marras (intervención a cargo de la SS). En definitiva, en vez de solventar un problema de forma rápida, eficaz y económica, incrementan los gastos y dañan mi salud, dando lugar a que en un futuro tenga que sufrir efectos secundarios que tendrán que correr a cargo de la SS. Probablemente, con el presupuesto actual, pudieran hacerse muchas cosas si se gestionaran adecuadamente, de manera que pienso que es peor aun una mala gestión que la reducción de unos recursos, un mal que se disparó aún más en tiempos de bonanza y que acabó resintiendo los fondos destinados a la sanidad.

Cris Pérez-Vàzquez dijo...

JM,

Da lástima tener que demostrar con números lo que todas las personas sabemos.

En realidad, todo se traduce en mala gestión y previsión.

Se traduce en una incompetencia generalizada y orgullosa que se niega a admitir errores y enmendarlos.

Una incompetencia que se lucra de los males comunes y ciega en su avaricia no ve que hundiendo el sistema, acabará hundiéndose a sí misma.

Lo que estás viviendo tú es lo que estamos viviendo. Esos supuestos recortes que deben solucionarnos la vida, no hacen más que empeorarla.

El parche de hoy sólo empeora las cosas y en tu caso y en el de la mayoría de la población lo pagamos hipotecando nuestra salud con daños que puede que sean irreversibles.

Digo lo de los números, porque hay quien tiene la inquietud de hablar a esta banda de borregxs incompetentes en términos tecnócratas para demostrar lo que toda la población sabe. Pero que sólo quieren entender con números.

Estos estudios son sesgados, pero mucho más completos que las estadísticas básicas que utilizan politicuchxs para defender sus lineas de actuación.