jueves, octubre 06, 2011

¿Qué significa el trabajo del hogar en el capitalismo?

De Maria Mies (2005) - completo

Nosotras (Maria Mies, Claudia von Werholf y Verónica Bennholdt-Thomsen) reconocíamos que en el capitalismo este trabajo no podía ser pagado, por que si lo fuera, el modelo de acumulación colapsaría. Esto no significa que esto acabaría con el capitalismo, como algunos creyeron, pero definitivamente sería mucho mas costoso, que todo el trabajo que se realiza en el hogar fuera retribuido, llevar y criar a los niños, reproducir al hombre-como se decía en ese tiempo- cuidar de los ancianos y a los enfermos. Si este fuera un trabajo remunerado tendría que ser pagado como cualquier otro trabajo, y sería imposible pagar por él, esto alteraría fundamentalmente todo el modelo capitalista.

Así que llegamos al concepto -que no nos pertenece realmente, de que si la subsistencia es un concepto antiguo- eso que llamamos Producción de vida es realmente necesario como un pre-requisito de cualquier trabajo remunerado. En ese momento concluimos que sin trabajo de subsistencia, no habría trabajo remunerado. Aun sin trabajo remunerado, existe todavía trabajo de subsistencia: es un pre requisito permanente en todo tipo de vida, y en todo tipo de trabajo - en el que hay que encargarse de la comida, el cuidado de la casa y las preocupaciones diarias. Este trabajo es extremadamente valioso, pero nunca es remunerado monetariamente. Este es el punto donde vimos esta conexión. Y también observamos que además el trabajo del hogar no es el único tipo de trabajo que es explotado prácticamente sin ningún costo para el capitalismo. Existe un trabajo similar entre los pequeños campesinos que en cualquier parte del mundo trabajan por su propia subsistencia. Ellos venden cosas en el mercado, pero nos son trabajadores asalariados. Y lo que es interesante sobre esto es que están tan ausentes como las mujeres lo son en el producto bruto interno o en el producto bruto nacional. Ellos no cuentan, como describió Marilyn Waring una mujer de Nueva Zelanda en "If women counted" que pasaría si las mujeres contaran? un libro muy interesante. En tercer lugar descubrimos, que el trabajo de los pequeños campesinos también tiene que ver con el trabajo del hogar y los dos están relacionados con el trabajo en las colonias. (...) si países enteros no hubieran sido explotados como colonias durante largos periodos de tiempo, no existiría el capitalismo. Y si fueran tratados equitativamente hoy en día, todo el trabajo en las "colonias" (...) entonces no habría mucho que acumular. Y esta es la razón por la que nosotras llamamos a estas relaciones: relaciones coloniales. La relación hombre-mujer es colonial, la relación entre el pequeño campesino y la industria también es colonial y naturalmente las relaciones coloniales entre metrópolis y colonias son definitivamente coloniales.

Continúa
Primero que todo, me gustaría enfatizar que la perspectiva de subsistencia, las sociedades y economías de subsistencia no desaparecen por ellas mismas, sino que se les desaparece, por políticas completamente intencionales. Las sociedades de subsistencia existieron por todas partes especialmente durante la II Guerra Mundial tanto dentro y fuera de la ciudad. Aquí en Alemania, los pequeños campesinos fueron los que produjeron la mayoría de alimentos y proveyeron a la población. Incluso después nuevamente y para mi sorpresa, hubo un gran numero de producción de subsistencia en las ciudades, incluso en EEUU. Una feminista americana realizo una investigación en la cual descubrió que hasta 1960 una gran cantidad de actividades de subsistencia siguieron existiendo en los vecindarios de las más grandes ciudades industriales. Existía la ayuda de la vecindad, la ayuda mutua. Se encontraba este principio de ayuda mutua y de reciprocidad. Vegetales y frutas, se almacenaban. Esta era principalmente una actividad del hogar y lo mismo ocurría con tareas como coser o pequeñas reparaciones, en las que un vecino o un amigo siempre ayudaba.

La clase trabajadora probablemente no hubiera podido sobrevivir en estas ciudades sin prolongar la presencia de estas formas de reciprocidad. Pero después el Gobierno Americano implemento desde lo alto un modelo económico totalmente diferente con el nuevo y emergente Fordismo. Primero los salarios para los trabajadores industriales aumentaron, si se comparaba lo que se podrías comprar con estos salarios con lo que podrías ganar por ti mismo, bueno había una enorme diferencia, así que la gente gradualmente dejo de hacer cosas. Debido a ciertas medidas las granjas entraron en deudas y no pudieron seguir manteniéndose. En ese tiempo la gente decía- ya no se puede vivir de los cultivos, me voy. Estas mismas políticas continúan hoy en día. La otra cosa es que existía una presión para cambiar todo el negocio agrícola al monocultivo, la producción masiva, fertilizantes químicos y pesticidas, a traer grandes máquinas lo que nuevamente era algo que promovía la industria. Todo esto se basaba en el petróleo. Significaba que los campesinos debían producir masivamente leche, mantequilla, carne, huevos etc. Por lo que ahora tenemos estas enormes fabricas por todas partes. Entonces consiguieron subsidios para producir un exceso y este exceso fue descargado posteriormente en el tercer mundo, como todos sabemos. Esta oportunidad casi ni existió para el tercer mundo. Las mismas políticas agrícolas fueron impletadas ahí, por ejemplo la "Green Revolution" donde los pequeños campesinos perdieron sus tierras o tuvieron que venderlas por que no podían competir con las mas grandes o porque no podían pagar sus deudas. Pero cuando se mudaron a las ciudades y se ubicaron en los tugurios practicaron la producción de subsistencia. Este fue por cierto el punto de inicio de nuestro interés en la idea de subsistencia. En una conferencia en Bielefeld se hablaba sobre la producción de subsistencia en el tercer mundo. Mucha gente ha observado lo que la gente hace en los pueblos en Africa y en un gran número de países. La gente tenía que sobrevivir de alguna manera pero ya no tenían tierras. Así que ellos hicieron todo lo que pudieron, trabajos eventuales o incluso robaron, hicieron eso o aquello o trabajaron como sirvientes en algún lugar. Nadie les prestó atención realmente. No había ninguna red social para recibirlos, y ahora todavía no la hay. Lo que significa que la producción de subsistencia fue necesaria en las áreas rurales para ser capaces de plantear una resistencia frente a todas estas políticas y en la ciudad se convirtieron en políticas de supervivencia.

(...) La gente redescubre su soberanía, su propia autoridad para producir sus vidas, como lo llamamos nosotras. Ése no es ningún defecto, es algo muy positivo descubrir que somos enteramente capaces de producir colectivamente y de organizar nuestras vidas junto con otros. Naturalmente, usted también necesita dinero. No deseo negar eso de ninguna forma, pero trabajar exclusivamente por el dinero no es la mejor idea- es solamente un lado del asunto. La otra es que la producción de la subsistencia, o la orientación hacia la subsistencia, satisface necesidades de una manera mucho más compleja de lo que podrían los productos que uno puede adquirir. Estos bienes adquiridos no contienen realmente nada. Es trabajo muerto el que se ha materializado en ellos. Se utilizan, y se botan, después usted tiene que comprar cosas nuevas, la gente nunca está satisfecha. Este es el punto principal. Esto comienza con todos los artefactos y el desarrollo tecnológico: primero usted tiene una televisión blanco y negro, después ya no es suficiente, y usted tiene que tener una televisión a color, después necesita una computadora, después un teléfono celular, ahora hasta los niños deben tener teléfonos celulares y así continua y continua ¿Pero podemos decir que tenemos una sociedad feliz y satisfecha?

He oído hablar de un movimiento en los Estados Unidos que está buscando la buena vida. Esto es un viejo concepto económico, establecido ya por Aristóteles como la meta de la economía. La meta de la economía es la buena vida. La gente de Estados Unidos, dice: nosotros trabajamos y trabajamos, pero la buena vida nunca llega. ¿Dónde está la buena vida? Esa es la razón por la que decimos que esa es la meta de la subsistencia. La subsistencia no es defecto y miseria, como nos hacen creer constantemente. Si se entiende correctamente, y no como la subsistencia de un solo individuo-lo que no es posible-entonces uno siempre tiene que reunirse con otros para hacer algo, no solo sobrevivir, sino vivir bien. Entonces es realmente posible crear la buena vida. Usted experimenta que usted es su propia autoridad, y que junto con otras personas, usted es soberano. Esa es una clase totalmente distinta de satisfacción de la siente después de cumplir su día de ocho horas aunque posiblemente haya ganado mucho dinero. Se supone que la buena vida debe llegar a la edad de sesenta y cinco, pero tampoco llega. Pienso que es una de las razones por las que la gente en nuestra sociedad es tan infeliz. La alienación que produce el trabajo remunerado no puede neutralizarse incluso con grandes sumas de dinero. Pero en la perspectiva de subsistencia, eso es completamente posible.

(...) En Bangla Desh comenzaron a defenderse contra los efectos de las principales multinacionales en la industria agrícola. Descubrieron que el suelo estaba destruido, que el agua estaba llena de arsénico y las producciones se estaban hundiendo. La promesa de la Green Revolution era que con el monocultivo todo sería producido en grandes cantidades. Descubrieron que no era verdad. Ellos se dieron cuenta tempranamente que ese no era el caso. Y fundaron un movimiento de nuevos campesinos llamado Nayakrishi Andalon, comenzado por mujeres. Las mujeres se dieron cuenta que desde la Green Revolution, los hombres habían comenzado a golpearlas. No habían conocido tal violencia antes desde que eran guardianas de las semillas. Las semillas estaban bajo su control, ellas las almaceban, y le decian a los campesinos cuando era hora de sembrar, etc. Así que se reunieron y decidieron que querían cambiar las cosas. La iniciativa para recuperar una vida satisfactoria y feliz fue iniciada por las mujeres.

(...) La primera cosa que las mujeres dijeron era que no se aceptaría el ingreso de ninguna corporación multinacional. Declararon las aldeas como aldeas no tóxicas. Ninguna multinacional va entrar aquí con todos los venenos que rocían. Me olvidé de decir que muchas de las mujeres, eran tan infelices que comitieron suicidio bebiendo los pesticidas que se encontraban alrededor, envenenándose a sí mismas. Ahora hoy, los mismos principios han vuelto a la práctica nuevamente, viejos y también nuevos principios se practican otra vez permitiendo que la agricultura sea fructuosa y productiva sin tener que utilizar siempre las contribuciones de los países industrializados. Hay muchas cosas que re-descubririeron, como la diversidad. Ellos no están practicando el monocultivo, utilizan su propio estiércol vegetal, se ayudan, y ya no compran las semillas. En casi todas las aldeas tienen casas de la semillas, y éstas están otra vez bajo control de las mujeres que almacenan y preservan las semillas. Son soberanos otra vez; tienen lo que Vía Campesina, una organización mundial de oposicion formada por pequeños campesinos, llama soberanía alimentaria. Pienso que toda la subsistencia comienza con soberanía alimentaria.

(...) En Alemania, (...) existen las comunas, más conocidas como Niederkaufungen o Longo Mai, que ya llevan mucho tiempo trabajando como comunas con una forma de vida de subsistencia. Pero lo que más me impresionó fueron los jardines comunales internacionales (...) Fueron fundados por las mujeres del refugio en Göttingen. Los primeros fueron plantados en Göttingen (...) No eran espacios de tierras asignadas, (...) eran jardines comunales en donde grupos de mujeres y hombres migrantes (los hombres se unieron posteriormente) cultivan su jardin. (...) Ya hay setenta jardines comunales internacionales en diversas ciudades en Alemania. Hay también algunos en Colonia.

(...) Toda la economía está basada en la idea que en el centro está el uso y el interés individual. Si en su lugar estuviera algo como por ejemplo la ayuda mutua, reciprocidad, comunidad, trabajo colectivo e incluso el disfrute colectivo, entonces sería otra cosa. Cuando el consumo y la producción ya no están fuertemente separados, también es otra cosa. Esos son los pensamientos que deben incorporarse primero en nuestras mentes. (...) Es difícil salir de este modelo de consumo en el que vivimos ahora, aunque la misma gente sabe que no nos ha hecho felices.

Si tuviéramos una orientación de subsistencia, necesitaríamos otro tipo de tecnología. Se construye por todas partes con nuestra tecnología de usar y tirar, el estrés laboral se construye con la tecnología(...) Nuestra tecnología es capitalista y patriarcal (...) Tenemos que preguntarnos qué tipo de tecnología necesitamos para hacer nuestro trabajo más fácil realmente y para no lanzar simplemente más productos al mercado. La idea de que la sociedad industrial y el monocultivo industrial son los sistemas más productivos continúa dominando. Se aplica no solamente a la agricultura, sino también al resto de las formas de monocultivo, que este tipo de trabajo es el más productivo y la producción de subsistencia es completamente improductiva. Esa es la razón por la que no se le incluye en el producto nacional bruto, por ejemplo. No es productivo; sólo lo que puede medirse monetariamente es productivo. Por supuesto que no es verdad, incluso con este concepto muy bien conocido de productividad, que es demasiado estrecho como para abarcar la productividad verdadera del trabajo y de la producción de subsistencia. Esta diversidad, y simbiosis entre varias formas de vida (animales, plantas, y gente) todas viviendo juntas en una área específica, todas con su sustento y una buena vida, usted no podría alcanzarlas poniendo juntos tantos monocultivos que quiera.

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